tirado en las dunas mirando hacia el mar sumergiendo problemas que cegaban mi luz; al volante del coche rodar y rodar hasta hacer la parada donde subiste tú Ara, Ara no sé lo que te hizo cambiar de opinión Ara, Ara de fácil mirada y difícil definición estuve en lo alto y desde allí dominé me arrastré por los suelos y el polvo comí todavía se agolpa en mi el ayer de amores fingidos y noches sin fin Ara, Ara dulce ángel virgen, amor de cristal Ara, Ara negro diamante de compleja ingenuidad echado en la arena en mi saco de dormir pasé frío perdido y sin fe tomando una copa en un bar de Portosin que siempre estaba abierto para hombres con sed Ara, Ara lo veo tan claro que no lo olvidaré Ara, Ara de haberte querido no me arrepentiré siempre despierto cuando oigo sonar la campana en la iglesia que marca las diez; aquella mañana me dejé dormitar y tú me llamaste a eso de las tres Ara, Ara viajo contigo donde quiera que voy Ara, Ara niña destrozada, muñeca pierrot ¿cómo nos conocimos? no lo sé te envió un mensajero en plena erupción, me hablaron de ti tu llamada escuché aquellas cartas colmadas de verso y dolor Ara, Ara capricornio, belleza, trabajo y amor Ara, Ara debes perdonarme mi poco valor con la playa desierta todo es tranquilidad donde el barco de vela navega hacia el sur; paseando a tu lado se respira la paz de haber soportado y dominado el alud Ara, Ara llena de enigmas, luna en baño de miel Ara, Ara nunca abandones ni pierdas la fe