El abismo de las aguas Ha venido Posando su oscuridad Sobre mi alma El peso de la angustia Está sobre mà Siento como mis sueños Se hunden en el cieno profundo
Respondeme, no me dejes Que estoy muriendo
Mis ojos defallecen esperándote Mi garganta enronquece de llamarte
Respondeme, no me dejes Que estoy muriendo
A veces mis ojos se oscurecen Aveces simplemente No quieren ver más allá De la luz del cielo A veces mis ojos se nublan y extrañan las miradas De otros ojos A veces mi boca se llena De tantas mentiras, De tantos amargos reproches de los cuales Mi alma se arrepiente,
A veces mi alma arrepentida descansa en el mar de sangre más divino y se llena de la blancura de las nubes y del olor de las flores que unas tardes vacĂas y grises me recordaron el amor más grande, el amor de aquel Que calbaga en leones alados
Eloi eloi Lama sabactani
Mis huesos duelen por el frĂo de tu ausencia RespĂłndeme no me dejes que estoy muriendo
Apresurate, ayĂşdame!!! No te detengas
No quites de mi tu mirada, No permitas que el abismo Cierre su boca Sobre mĂ