Allá en la noche callada, para que se oiga mejor, ámame mucho que así amo yo. Canta el ruiseñor sus penas ¡Ay, si!... ¡Ay, no! canta el ruiseñor sus penas con melancólica voz. Ámame mucho que así amo yo.
No porque yo estoy cantando tengo el corazón alegre. Ámame mucho que así amo yo. Yo soy como el pobre cisne ¡Ay, si!... ¡Ay, no! yo soy como el pobre cisne que canta cuando se muere. Ámame mucho que así amo yo.
Ven a mis brazos, ricura, y no te hagas rogar tanto... Ámame mucho que así amo yo. Ya sabés que mi cariño ¡Ay, si!... ¡Ay, no! ya sabés que mi cariño sólo para ti lo guardo. Ámame mucho que así amo yo.
Morocha de ojazos negros, pícaros, fascinadores... Ámame mucho que así amo yo. Quisiera formar contigo ¡Ay, si!... ¡Ay, no! quisiera formar contigo el nido de mis amores. Ámame mucho que así amo yo.
Yo canto el cantar eterno que es el cantar más sentido... Ámame mucho que así amo yo. Porque sus notas consuelan ¡Ay, si!... ¡Ay, no! porque sus notas consuelan a mi pecho dolorido. Ámame mucho que así amo yo.
Lo que ayer me prometiste no vas a olvidar mañana... Ámame mucho que así amo yo. Que promesas del querer ¡Ay, si!... ¡Ay, no! que promesas del querer, no olvida una provinciana.