Por eso no quiero ver que tus ojillos duden aunque a veces la luna me entretenga con su embuste como me duele escucharte decir que yo no te quiero yo que me se de memoria las vueltas que da tu pelo como me duele que pienses, princesa, que no te amo si soy capaz de robar la luna y ponerla en tus manos.
Abreme la puerta de tu confianza no oigas lo que dicen, escucha mi mirada y ahora despacito voy a darte un beso porque tu boquita esta llamandome en silencio