Yo debĂ serrano cortarme las venas, cuando ante los ayes d euna copla mĂa pusiste en vilo mi carne morena con unas palabras que no conocĂa. SĂłlo de pensarlo me da escalofrĂo. ¡Que ciega que fui! Cuando con tus ojos, mirando los mĂos, dijiste asĂ:
Dame limosna de amores. Dolores, dámela por caridad pon en mi cruz unas flores, Dolores, Y Dios te lo pagará. No me niegues mi serrana el aguita para beber. Ten piedad samaritana de lo amargo de mi ser. ¿No te da pena que llore? Dolores, ¿No te da pena de mi? Dame limosna de amores, dámela tu mi Dolores porque me voy a morir.