Voy cruzando las paredes de tu casa, yo se bien lo que pensás, lo que te pasa, vos creĂste ver mi sombra en el espejo vengo para amarte desde un mundo viejo.
Tan despacio estás sacándote la ropa, la tristeza está cambiándose de copa, ya no llames ni a ese cura ni a esa bruja arpĂa, porque en esta casa siempre, serás mĂa.
Me emborracho con la esencia de tus vinos y comparto tus cigarros asesinos. Bailo cuando estás bailando entre la gente. El mundo es tu mundo y solo está en tu mente.