M'hijito: llegaste al mundo en hora muy principal. Ya redondeaste un año, yo te vengo a saludar. Que se sienten a la mesa al lado de tu mamá; al otro lado que brille todita la rescoldá.
Como no tengo qué darte y yo te quisiera dar, yo quiero que los rayitos del sol te han de despertar. Y por la tarde el lucero que te venga a saludar, más atrás venga la luna con toda su claridad.
Que te sirvan la mistela y la torilla candeal y pongan a tu ventana la flor de la temporá. En el centro de tu pecho escribo por deletrear que el día de tu cumpleaños es cosa muy principal.
El día de tu cumpleaños habría que embanderar desde África a Magallanes con banderas colorás. ¡Que viva tu nacimiento, florecita de peral! Con la voluntad del cielo ¡que vivas cien años más!