Por todos laos se ve materia pa' cortar. Ayer mismo encontré, en la avenida Alvear, al gringo don José, que ya no lustra más porque ahora, a su mujer, la lustra un gran bacán. Y Pancho, el carnicero, hoy maneja un gran sedán y tiene cuatro hermanas que también, también se dan... Las cosas que observás te ponen colorao... y luego si charlás te baten ¡amargao!
¡No es por hablar mal, qué esperanza! ¿Pero no es triste que al lunfardo Belisario, chorro junao y retratao, lo hayan hecho comisario? ¡No es por hablar mal, qué esperanza! Pero hoy, compadre, hasta los orres remanyaos son potentaos o diputaos y están con los de arriba acomodaos.
Conozco un habitué que se hace el señorón y que, afilandomé, no falta una función. Me manda a dos por tres de flores un montón y en casa la mujer no tiene pa'l buyón. Y algunos que por cena toman un café cortao y aquí dan la propina para estar bien ubicaos. Las cosas que observás te ponen colorao... y luego si charlás te baten ¡amargao!