Hemos domado nuestro lado mĂĄs salvaje
Y se ha extinguido nuestra esencia animal
Nos hemos despojado
De la pureza del pasado
Con lujos idiotas, amor vacĂo
RĂos de sangre en nombre de Dios
Juegos del hambre
Ganando siempre el dinero y nunca el amor
Anda inyectada en sangre, Luna roja como hoja de sable
Después de matar
Me vi perdido hasta encontrar que no hay camino que termine
Ni historias con un buen final
Ya no te espero. La vida que conoces se acabĂł
Ya no la quiero. Ando en busca de mi lado animal
Aniquilada la inquietud de averiguar que somos
Hay quien germina en nuestro ser falsas necesidades
Que no terminan de saciarnos
Si no lo quieres ver, es fåcil que te engañen
Si ya no tienes sed te cobrarĂĄn el aire
Corro sin huir. Nadie me persigue
Solo huyo de mĂ, de lo que antes era
Y es que en lo que fui no me reconozco
Borraré mis pasos de esta carretera
El silencio convertido en enemigo
Por idiotas que no dejan de gritar
Sin saber que su discurso da motivos para odiar a su deidad
Los delirios infundados, sin sentido
Que pretenden convencer del mĂĄs allĂĄ
Son la muestra mĂĄs honesta del pecado que nos puede condenar
Y es que no hemos aprendido del pasado
que lo bueno es natural
Que el sonido artificial de los latidos de la gran ciudad
Es el cĂĄncer que radica en la hermosura
de esta sociedad enferma
Corro sin huir. Nadie me persigue
Solo huyo de mĂ, de lo que antes era
Y es que en lo que fui no me reconozco
Soltaré mis fieras para estar en paz
Tanta soledad entre tanta gente
Miedo a la verdad, miedo al diferente
Miedo por poder perderlo todo
Como no entender que sin libertad no tienes nada
Hemos domado nuestro lado mĂĄs salvaje